La violencia ha marcado a Colombia por más de 50 años. Lugares alejados de las grandes ciudades han vivido de cerca los atropellos de la guerra, presenciando la muerte y el llanto de miles de familias que aún no superan la perdida de seres queridos. En el Cesar, Guacoche fue uno de esos lugares donde el temor y el desconsuelo se apoderó de todo un corregimiento, el cual perdió las esperanzas cuando las Autodefensas Unidas de Colombia se apropiaron de su territorio.

El 6 de abril de 1997 es la fecha que marcó a Guacoche. Aquel día, la tranquilidad y la alegría de este corregimiento desapareció, cuando su líder fue asesinado en la plaza central por los paramilitares. Fueron 10 años de zozobra, tiempo en el que el grupo armado se impuso como amo y señor de su tranquilidad.

A pesar del silencio y de la humillación, un día llegó la calma, y aquel capitulo doloroso en la vida de los guacocheros quedó en el pasado. Sus habitantes decidieron reconstruir nuevamente su territorio e intentar recuperar la confianza que un día se perdió. Hoy, Guacoche es sinónimo de perdón, resistencia y perseverancia.